Si engañar o fingir es desleal e ingrato, confiar es peor. La persona que inventa no es trasgresor; la persona que cree es la estúpida. Hermanos, aprendan a no confiar en nadie. Lo que creíamos tan importante, al fin de al cabo no lo es. Podemos vivir sin él. No te encomiendes, no te sometas, no entregues todo. Podemos hacer de la vida, algo más simple. Por eso, no confiemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.