martes, 23 de agosto de 2011

Paz mental


Aunque ecuánime surge el ser humano, aprender a coexistir solo nunca está demás. De ahí brotan las diferencias del ser o estar, de la esencia o la permanencia. La paz mental no se encadena con ninguna fusión terrenal ni entre individuos, si no íntegramente con nuestra naturaleza. Por ello nada más oriundo que disfrutar el tiempo con uno mismo, aunque tome varias edades notar que ningún otro tramo en la vida puede ser llegar a ese grado de pureza y honestidad. Aunque conlleve años discernir la fruición del estar solo, de interpretar el lenguaje cerebral y espiritual. Cultivarse en tiempos de familia, instruirse en períodos de hermandad y compañerismo, aprender a disfrutar en compañía. Todo un gran aprendizaje para alcanzar la armonía y confraternidad con uno mismo. 

viernes, 8 de julio de 2011

No hablar, si no es necesario

 Conceptuar por lo que se sólo se ve, dictaminar por lo que sólo se escucha, sentenciar por lo que sólo se huele, y jamás resolver por lo que se siente en su totalidad. El estropicio de los criterios, la damnificación emocional que puede conllevar un criterio mal intencionado, es desmesurado. 
Detrás de un telón, a la zaga de una sonrisa o de un porte insinuando bienestar, viven plagas de dilemas y contratiempos que no todos saben sobrellevar. Cuestionar un uso, desconocer y aún emplear el abuso, y finalmente montar la dependencia, cuando ya no podamos salir.
1- No hablar, si no es necesario. 

domingo, 3 de abril de 2011

Una soledad creativa

El estar tan involucrados en el sistema, el pensar como la gran mayoría piensa, siempre fue el estorbo más primogénito. Por el solo hecho de que "porque engloba abundantes intelectos", es erróneamente correcto. No necesariamente erróneo, si no… incierto. El ser excesivamente racional volvió al mundo tributario de sentimientos, personas y hasta objetos; así olvidándonos de nosotros mismos. La humildad y la modestia acentuadas pueden llegar a ser fuertes enemigos cuando se intensifican demasiado en tus actitudes, logrando desamparar tu esencia. Podemos volver indigentes a los atributos y habilidades de uno mismo, y creo que es un detalle que puede acabar en la infelicidad. Infelicidad llamo a no identificarse como persona, no sentir armonía entre el alma y la propia existencia. Hermoso no es un recuerdo, un proyecto,  un objeto. Hermoso es nuestro cuerpo, nuestros sentidos, hermosa sería nuestra mente si nos lo recordara con más frecuencia o mejor aún, si mantuviera ese pensamiento lúcido de forma permanente.
Ser dueño de una materia tan agraciada como el cuerpo mismo, de infinitas aptitudes y percepciones, es demasiado mágico como para darlo por evidente. Saber que existe la posibilidad de enlazarse con la naturaleza, de hallarse en el viento o divisar el sol, es suficiente a mi parecer. Permanecer conciente de nuestra idoneidad, eso es arte.      

sábado, 19 de marzo de 2011

Un respiro

Necesito descansar sola, construirme y regularme sola. Dormir sola, estructurarme y organizarme. Necesito estar, sola. Estirar los brazos y respirar profundo. Sonreírle al alba y disculparme con el momento, por no tenerlo siempre vigente. 

Predecible

Rebasar un régimen puede ser más difícil de lo que parece. Aún con la mirada diligente y los pies insinuando posibles tropiezos. El sistema es tan tentador como nocivo, fomentando el miedo a innovar, experimentar o desnivelar recorridos. Con ambiciones exactas y casi infalibles, transitamos los mismos caminos abordando las mismas maestrías y aterrizando en los mismos lugares. Donde claro, la fortuna es la fiable.
Preferimos quedarnos con el romance más sólido y permanente, al más intenso y expuesto al desequilibrio. Sin sufrir, ni inventar. El único propósito es, tristemente llegar.
Quién sabe a donde. 

lunes, 14 de febrero de 2011

Por cobardía

Un egoísmo particular restringía el descubrimiento absoluto, que tan mágico y seductor disfrutaron por momentos efímeros.. Una mirada era capaz de discernir sus lenguajes, y cada mensaje era interpretado puramente. Y aún así existía el miedo a la duda, al abandono y a la equivocación.

sábado, 29 de enero de 2011

La realidad, a flor de piel

“Te estás perdiendo de mucho” le repetían. Sin embargo, ella aseguraba que placer y conmoción sobraban en su vida. Acostumbraban a sermonearle razas de moral, clases de consecuencias y hasta la menospreciaban por no haber amado. Ella tenía una única respuesta a cualquier crítica: libertad. Solía explicar cómo la gente confundía el egoísmo con la independencia, y cómo la subordinación era malévola e indiciosa a grandes rasgos. “No estoy esquivando al amor, si no eludiendo a una adicción. El sentimiento de amar está tan dilatado y engrandecido por la sociedad, que lo volvieron indefectible e irremplazable. Por ello mujeres y hombres sufren; porque el sistema lo cree vital y esencial para la supervivencia”. Al pronunciar sus desabridas explicaciones, nunca borraba su sonrisa pícara ni dejaba de lado sus movimientos antipáticos y avaros. Siempre estaba bien vestida, y de buen humor.
-          Entonces… no hay prejuicios ni pérdidas en tu vida. No existe el olvido, porque tampoco la memoria. Ni el ayer, ni el mañana-
-          Pareces entender rápido. Existe solamente el hoy –
-          Qué emocionante. No hay daños, ni extravíos, ni desniveles –
-          Es verdaderamente emocionante, aunque no lo creas. Me han personificado como la indiferencia, el desafecto, la apatía como tal. La gente tiene el cerebro tan lavado, que misma su existencia lo medita y lo recapacita pero su psicología y su alrededor lo llevan al mismo lugar. La especie humana crea, para después aniquilar. Nada perdura para siempre, todo es creación. Inventos que claro, todos apuestan su vida a que existen porque… así lo dijeron, así lo impusieron.